SEND ME A LETTER presents/ THE MONKEY WORLD

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SIEMPRE CONSCIENTES

El 7 de julio de 2012, científicos prominentes de diferentes ramas de las neurociencias se dieron cita en la Universidad de Cambridge para celebrar la Francis Crick Memorial Conference, la cual trató sobre conciencia en animales humanos y no humanos. Al finalizar la conferencia se firmó, en presencia de Stephen Hawking, la Cambridge Declaration On Consciousness (Declaración de Cambridge sobre la Conciencia ), que resumió los hallazgos más importantes de la investigación allí expuesta y discutida:

“Decidimos llegar a un consenso y hacer una declaración para el público que no es científico. Es obvio para todos en este salón que los animales tienen conciencia, pero no es obvio para el resto del mundo. No es obvio para el resto del mundo occidental ni el lejano Oriente. No es algo obvio para la sociedad.”

Los animales tienen conciencia. Sin embargo, la sociedad no lo reconoce y con la justificación de que los animales ´no sienten´ o ‘no tienen conciencia’, los somete a innumerables sufrimientos. Pero sí hay individuos en la sociedad que, como los científicos elite, reconocen a los animales como seres sintientes y dedican su vida para ayudarlos.

Silencio tuvo la fabulosa oportunidad de visitar Monkey World, situado en el bosque de Dorset en Inglaterra, 65 hectáreas tiene el santuario para 250 primates de más de 20 especies diferentes. Fue creado en 1987 por Jim Cronin para proporcionar un hogar estable y permanente a los ​​abusados chimpancés de las playas españolas.

Hoy, Monkey World es un santuario (en el que permanecerán protegidos por el resto de sus vidas) y centro de rescate dedicado a primates que son sacados del comercio ilegal, de laboratorios de investigación, del comercio como mascotas, así como también a aquellos que han sufrido abuso o negligencia. Aquí son rehabilitados y puestos a vivir en grupos como es su naturaleza.

En nuestra visita, un domingo soleado y fresco en la campiña inglesa, nos encontramos cara a cara con Busta, que demostró interés en nosotros y se sentó del otro lado del vidrio a observarnos, tal como nosotros lo observábamos a el y a sus compañeros. Busta es un chimpancé que fue usado como “utilería¨ de un fotógrafo durante el día y como artista de circo durante las noches en España. Llegó a Monkey World el 13/07/87 y se estima que nació en 1980. Dicen que cuando Busta recién llegó era reservado pero muy agresivo, hasta que descubrieron que tenía sus dientes infectados, y luego de la visita del dentista, la verdadera personalidad de Busta salió a la luz, se tornó amigable y ahora le encanta jugar con los otros chimpancés del clan de Paddy.

El clan de Paddy es uno de los cuatro grupos sociales de chimpancés que viven en Monkey World. Hay 59 chimpancés en total, cada grupo tiene al menos una hectárea de espacio y es el hogar del mayor grupo de chimpancés fuera de África. El centro ha rescatado chimpancés de España, Grecia, Francia, Inglaterra, Austria, Países Bajos, Israel, Chipre, Dubai, México y Taiwán donde estaban siendo utilizados y / o abusados ​​en laboratorios, como mascotas exóticas, como accesorios de fotógrafos, o como animales de circo. Sus historias particulares varían, pero la mayoría de ellos comparten casi la misma historia.

Nacidos en África, los chimpancés son desgarrados de sus grupos familiares siendo muy jóvenes. Expediciones de caza furtiva para carne de animales silvestres y la captura de los animales jóvenes para el comercio ilegal de mascotas, se traduce en la masacre de los adultos por tratar de defender a sus hijos y a su familia. Se estima que la apropiación de un bebé tendría como resultado la muerte de hasta otros diez chimpancés. Estos jóvenes primates son extraídos de contrabando fuera de África y luego vendidos ilegalmente en el extranjero.

En el caso de los chimpancés de las playas españolas, que son vestidos con ropa humana y trabajan en los centros turísticos durante 16 horas por día como accesorio de un fotógrafo, cuando llegan a los 4 o 5 años de edad se vuelven incontrolables y, por lo general, son asesinados para ser sustituidos por un nuevo chimpancé bebé. Algunos fotógrafos tratan de controlar a los chimpancés a golpes, arrancándoles sus dientes y/o con drogas tranquilizantes . Monkey World, en cooperación con las autoridades españolas, confisca todos los chimpancés de playa que se conocen. A los recién llegados se les hace un chequeo médico completo y esto revela a menudo lesiones graves, como heridas de machete y huesos rotos. Muchos de los que llegan al centro son adictos a las drogas. La recuperación y rehabilitación es un proceso largo ya que la mayoría sufre de desnutrición y anemia.

Los chimpancés son rehabilitados en grandes grupos sociales, manteniendo a las hembras con control de natalidad. Hay muchos que necesitan ser rescatados y, por esta razón no permiten que los animales se reproduzcan con el fin de tener espacio y financiación para rescatar a otros.

En el santuario también viven tres grupos de orangutanes, incluyendo las dos especies: de Borneo y de Sumatra. Es la única guarderia de Orangutanes de Europa, donde tambien reproducen con éxito orangutanes de Borneo como parte del Programa Europeo de Especies Amenazadas (EEP).

Además, albergan a ocho especies de monos y prosimios: monos capuchinos, titíes comunes, tití cabeciblanco, lémures de cola anillada, lemur superado, monos ardilla, rabón macacos y monos lanudos.

Hay un hospital y un teatro de operaciones donde se realizan la mayoría de los exámenes médicos y las intervenciones quirúrgicas de los simios y los monos. Si bien cuentan con un veterinario local y un veterinario especialista en primates, el personal de Monkey World está reconocido como expertos en salud y rehabilitación de primates. También convocan a especialistas según sea necesario, como pediatras, dentistas, cirujanos de oído, nariz y garganta, especialistas en oftalmología y ginecólogos.

Monkey World también trabaja en Asia con el Centro de Rescate de Pingtung de animales silvestres en peligro de extinción para tratar de detener el contrabando de gibones y orangutanes en el medio silvestre. También realizan encuestas encubiertas sobre comercio ilegal de mascotas en el sudeste asiático.

Monkey World ha participado en muchos programas de televisión y tiene dos series, Monkey Life (Animal Planet) y Monkey Business.

En enero de 2008, Monkey World rescató a 88 monos capuchines de un laboratorio en Santiago, Chile, en la mayor operación de este tipo en el mundo. Algunos de ellos, entre dos y treinta años de edad, han pasado 20 años confinados en pequeñas jaulas individuales, solamente sacados para experimentos médicos, sin nunca haber visto la luz del día. La doctora Alison Cronin, esposa del fundador Jim Cronin que falleció en 2007, dijo: “Ellos han sido confinados en pequeñas jaulas de laboratorio y vinieron a nosotros con muchísimos problemas psicológicos y médicos. El primer día que entramos al laboratorio nos encontramos con chillidos y gritos. Más o menos después de una hora se establecieron. Se dieron cuenta de que no representábamos una amenaza para ellos. ”

Se necesitaron dos días para transportar los 88 capuchinos con la ayuda de la Fuerza Aérea de Chile. Hoy viven en cuatro grupos sociales diferentes, recuperaron su dignidad e identidad.

En nuestra visita a Monkey World, mientras recorríamos el predio, pudimos leer la historia de cada uno de los individuos que residen allí. Muchas personas van regularmente y siguen las historias de su grupo preferido, pasan el día observando su comportamiento y hablando con el staff, que son extremadamente dedicados, conocen y comparten cada detalle de las vidas de los habitantes de tan remarcable lugar.

Es imposible observar, por ejemplo, a los chimpancés y no vernos reflejados. Pero el humano niega su parentesco. Los chimpancés y los humanos, junto a los orangutanes, gorilas y bonobos somos parte de la familia Hominidae. Son nuestros parientes cercanos en la evolución de las especies. Debido a esta estrecha relación genética, organizaciones de defensa animal están luchando para otorgarles derechos de personas no humanas. Notorio y único en el mundo es el caso de la orangután Sandra del ZOO de Buenos Aires a la que se le otorgó un habeas corpus reconociéndola como persona no humana. En este momento se están tratando en la corte de New York los casos de los chimpancés Hércules y Leo del laboratorio de la Universidad Stony Brook. La organización The Non Human Project está reclamando se le otorguen derechos y puedan ser liberados. Steven Wise, su abogado dijo en la corte: “Los chimpancés son seres autónomos y auto-determinados. Ellos no se rigen por el instinto. Ellos son conscientes. Tienen lenguaje, hacen matemáticas, tienen cultura material y social. Ellos pueden recordar el pasado y planear para el futuro. En un ser humano, esas capacidades son razones para el derecho a ser libre.”

Nos fuimos del santuario reflexionando. Cuando Busta nos miró y observó por largo rato, de lo que estuvimos seguros es que él no dudó de nuestro parentesco.

S T O R Y  A N D  P H O T O

S O L  M A R I N O Z Z I

 

 

 

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